La radioterapia es un tratamiento que puede indicarse casi en cualquier estadio del cáncer de mama, para reducir el riesgo de que reaparezca y en los estadios avanzados, también para aliviar los síntomas. Una nueva tecnología que empieza a utilizarse en el país permite tratar de manera más rápida estos tumores en etapa inicial: se trata de la radioterapia intraoperatoria.

Qué es la radioterapia intraoperatoria

Este tratamiento de radiación intensiva se aplica durante la cirugía de extirpación del tumor. Puede realizarse en un quirófano acondicionado especialmente o en uno estándar utilizando un equipo de radioterapia móvil. 

El primer tratamiento de radioterapia móvil en el país lo realizaron en el Hospital Italiano de Buenos Aires los servicios de Ginecología y Anatomía Patológica junto con Mevaterapia, su servicio de terapia radiante. El centro médico compró un equipo de origen alemán especialmente con este fin. En la ciudad de Rosario, el Centro de Terapia Radiante adaptó un equipo para utilizarlo en su quirófano. 

En el mundo, uno de los centros que utiliza radioterapia intraoperatoria es Mayo Clinic, que en una de sus sedes en Estados Unidos utiliza un dispositivo móvil y en otra acondicionó especialmente un quirófano para estos procedimientos. 

En la cirugía, el tumor se extrae, se analiza en el momento por el patólogo y se chequea que los márgenes estén sanos. Si todas las condiciones están dadas, se coloca el aplicador, que tiene la forma de una esfera, en la cavidad donde estaba el tumor. Desde una consola de mando, el radioterapeuta define la dosis de radiación que recibirá la paciente y el aplicador móvil emite esa dosis indicada de forma localizada. El proceso de radioterapia dura entre 15 y 20 minutos, luego de los cuales se retira la esfera y se sutura la zona. 

¿Cuáles son las ventajas de este tratamiento? 

  • Permite dirigir la radiación de manera directa a la zona a tratar
  • Conserva el tejido de la zona que rodea al tumor 
  • Se obtienen resultados más rápidos que con la radioterapia convencional
  • Permite tratar tipos de cáncer difíciles de extirpar durante la cirugía
  • Posibilita aplicar dosis más altas de radiación que en una radioterapia convencional, evitando que puedan verse afectados otros órganos sensibles cercanos
  • La recuperación es más rápida y se evita tener que ir al centro de radioterapia 

En Argentina, esta tecnología empezó a utilizarse en pacientes con cáncer de mama, y está indicado en principio para mujeres de más de 50 años con tumores en etapa inicial o que sean receptores hormonales positivos. 

El procedimiento en sí no es más efectivo que la radioterapia tradicional, pero todos estos beneficios redundan en resultados más rápidos, menos efectos adversos y menor impacto en la calidad de vida de la paciente. 

Fuente: Diario Clarín, Mayo Clinic

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