Entre los síntomas de esta dolencia, se encuentran la necesidad urgente y persistente de orinar y el dolor durante el sexo.

La cistitis intersticial es una afección crónica que causa presión y dolor en la vejiga, y, a veces, también se le suma un dolor pélvico. Esta dolencia forma parte de un espectro de enfermedades conocidas como “síndrome de vejiga dolorosa”.

La vejiga es un órgano muscular y hueco que almacena la orina. Este órgano se expande hasta que se llena y, luego, le indica al cerebro mediante los nervios pélvicos que es momento de orinar. Con la cistitis intersticial, estas señales se mezclan y, según explicaron los especialistas de Mayo Clinic de los Estados Unidos, “se siente la necesidad de orinar con más frecuencia y con volúmenes de orina más pequeños que la mayoría de las personas”.

Las mujeres son más propensas a sufrir cistitis intersticial.  

Las mujeres son más propensas a sufrir cistitis intersticial. 

La mayoría de las veces, la cistitis intersticial afecta a las mujeres, mientras que en los hombres, pueden aparecer síntomas similares, pero que suelen estar asociados a una inflamación de la glándula prostática (prostatitis). Esta enfermedad puede tener un impacto de larga duración sobre la calidad de vida y, si bien no existe una cura, los medicamentos y otras terapias pueden ofrecer alivio.

Síntomas de la cistitis intersticial

Los signos y síntomas de la cistitis intersticial varían según cada persona, aunque también pueden variar con el paso del tiempo y aparecer de vez en cuando en respuesta a desencadenantes comunes como, por ejemplo, la menstruación, permanecer sentado durante mucho tiempo, el estrés, el ejercicio y la actividad sexual.

Entre los síntomas se encuentran:

  • Dolor en la pelvis o entre la vagina y el ano en las mujeres.
  • Dolor entre el escroto y el ano en los hombres (perineo).
  • Dolor pélvico crónico.
  • Necesidad urgente y persistente de orinar.
  • Micción frecuente, a menudo en cantidades pequeñas, durante el día y la noche (hasta 60 veces al día).
  • Dolor o malestar mientras se llena la vejiga y alivio después de orinar.
  • Dolor durante las relaciones sexuales.
  • Complicaciones de la cistitis intersticial
  • Reducción en la capacidad de la vejiga. La cistitis intersticial puede provocar endurecimiento de la pared de la vejiga, lo que significa que este órgano retiene menos orina.
  • Mala calidad de vida. El dolor y la micción frecuente pueden interferir con las actividades sociales, el trabajo y otras actividades de la vida cotidiana.
  • Problemas en la intimidad sexual. El dolor y la micción frecuente pueden dificultar las relaciones personales y también la intimidad sexual.
  • Problemas emocionales. El dolor crónico y el sueño interrumpido relacionado con la cistitis intersticial pueden causar estrés emocional y provocar depresión.

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