Luego de numerosos estudios anatómicos y de imágenes, determinaron que no es un órgano compacto que se infla y se desinfla al latir, como si fuera una pelota. Retomaron una teoría que comenzó a estudiarse en los años 50 y 70.

El concepto escolar del corazón con cuatro cavidades, dos ventrículos y dos aurículas, alineadas simétricamente y acompasadas a la perfección, está siendo revisado con mayor profundidad. Según investigadores argentinos, no es un órgano compacto que se infla y se desinfla al latir, como si fuera una pelota. Es algo más complejo, digno de una lección de anatomía.

Se descubrió ahora que una vez que el corazón se desarma, no se puede volver a armar, dado que “está unido constitutivamente”, según asegura el grupo de cardiólogos y cirujanos al frente de la investigación. Está conformado por los doctores Jorge Trainini, Jorge Lowenstein, Mario Beraudo, Alejandro Trainini, Vicente Mora Llabata y Mario Wernicke y pronto compartirán sus hallazgos en Europa.

La investigación fue publicada por el portal científico Morphologie el 6 de julio pasado. Describe el novedoso comportamiento del corazón, con figuras simples que ayudan a entender complejas explicaciones científicas.

Según afirman, el órgano está formado por un conjunto de fibras musculares retorcidas sobre sí, que “se asemejan a la de una cuerda”. Para simplificarlo, dicen que “una bufanda extendida” es similar al corazón desplegado en una mesa. Lo describen, también, como “una banda o tira” muscular que se enrolla o se repliega sobre sí misma. Esta “banda” forma los ventrículos izquierdo y derecho, que tienen más trabajo para el funcionamiento del corazón, y también a las aurículas, que actúan pasivamente como reservorio de sangre.

SÍSTOLE, DIÁSTOLE Y “UN NUEVO TIEMPO”

Para expulsar la sangre a todas las arterias del organismo, el corazón hace un movimiento conocido como sístole, que es muy parecido a la torsión o el “escurrimiento de una toalla mojada”. De esta manera, se contrae y expulsa la sangre, así como al retorcer una toalla se escurre el agua.

Hasta aquí, se creyó que la sangre que salía del corazón volvía al órgano con la misma fuerza con la que salía.“Sería imposible que sucediese de esta manera porque no hay suficiente diferencia de presión en comparación al tamaño del cuerpo”, explica el doctor Jorge Carlos Trainini (M.N. 37.932), uno de los autores de la investigación. “El llenado de la sangre en el órgano se provoca a través de una fase intermedia entre sístole y diástole que nosotros advertimos y nombramos como fase de succión”, continúa. Esta fase “funciona igual que una sopapa”. El corazón actúa como una cámara cerrada que contrae sus paredes generando una presión negativa intensa, similar a una ventosa o sopapa y empieza a destorcerse. Cuando la presión interior es muy fuerte, se abre la válvula y el corazón se llena de sangre; período conocido como diástole.

Pero los expertos explican que cuando el órgano se retuerce y genera presión no puede estar situado en el vacío, “necesita tener un punto de apoyo”, al que llamaron “fulcro cardíaco”.

“El análisis histológico del fulcro en corazones, tanto en humanos adultos como en bovinos, evidenció una matriz colágena de naturaleza tendinosa”, detalla Trainini. Esto significa que a través del microscopio se ve cómo las fibras que componen el corazón entran en partes tendinosas. De esa forma, advirtieron una especie de cartílago que es responsable del punto de apoyo, donde el órgano hace fuerza para su funcionamiento.

EL CORAZÓN, UNA MÁQUINA

Tiene el tamaño equivalente a un puño humano y un peso promedio de 270 gramos. Impulsa de cuatro a seis litros por minuto a una velocidad de 300 centímetros por segundo. Su consumo es de solo diez vatios y trabaja en continuidad durante 80 años sin mantenimiento, casi sin ruido y sin humo. Su tarea es equivalente a extraer desde un metro de profundidad una tonelada de agua diaria con una eficiencia mecánica (relación trabajo/energía) del 50 por ciento, no alcanzada por las máquinas construidas por el hombre, las cuales llegan al 30 por ciento.

El grupo de médicos argentinos próximamente hará un congreso en la Universidad de Nottingham, en Inglaterra, para exponer su investigación, dado que colegas británicos también hallaron el mismo mecanismo en el corazón de monos.

Página de Refrencia: Torsión miocárdica y fulcro cardíaco Morphologie

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